1. Haz ejercicio viendo la televisión
La Asociación Americana del Corazón afirma que la televisión es uno de los principales enemigos de la salud. Y la falta de ejercicio, también. Por ello, han propuesto combinar ambas de una manera positiva.
Es una manera divertida de hacer ejercicio en casa: intenta bailar con los programas musicales como la MTV. Otra manera genial de estar en forma sin salir de casa es una bicicleta estática. Podrás pedalear mientras estás viendo tu programa de televisión favorito.
No necesitas pasar mucho tiempo haciéndolo: media hora al día es más que suficiente.
2. El tamaño importa: reduce todo menos la cantidad de comida
¿Quieres comer un alimento “prohibido”? No hay problemas: hazlo en el plato más pequeño que encuentres en tu casa. ¿Por qué? Poca comida en un plato demasiado grande te hará sentir sensación de hambre aunque no lo tengas. Cuando estás comiendo, sabes que ya no tienes hambre cuando ves tu plato relativamente vacío. “Un plato grande con poca comida te hará sentir más ganas de comer que un plato pequeño con la misma cantidad de alimento”
Y no te olvides de boles más pequeños, copas más pequeñas y… cucharas más pequeñas. Come una copa de helado con la cuchara más pequeña que encuentres: te costará más, por lo que el tiempo de “disfrute” será mayor, y tu sensación de hambre se eliminará porque parecerá que has comido demasiado.
3. Haz algo más
Cuando tu esfuerzo por perder peso hace que te sientas aburrido o demasiado centrado en ti misma, haz algo más, siempre y cuando no te recuerde a tu dieta: juega a un videojuego con el que disfrutes, llama a tus amigas para tomar un café o limpia tu casa. “Como más cuando estoy aburrida, sobre todo delante de la televisión”, es la conclusión de una encuesta realizada sobre los hábitos alimenticios.
