La actividad metabólica del organismo está entre otros factores, regulada por hormonas. Particularmente las producidas por la glándula tiroides inciden en el aumento o disminución del metabolismo y la producción de energía, activando los mecanismos necesarios. Esta glándula endócrina, ubicada a nivel del cuello, es influida a su vez por la hipófisis haciendo que su propia producción hormonal se incremente o decaiga. En ciertos casos puede haber un déficit o un exceso de hormonas tiroideas; esta situación provoca patologías que inciden en el peso corporal. Si se verifica un aumento de la síntesis de esas sustancias se habla de hipertiroidismo, que entre sus signos muestra la disminución del peso corporal y taquicardia; en caso de que la producción hormonal esté disminuida se trata de hipotiroidismo, causante entre otros de un aumento en el peso de aproximadamente 2 a 4 kgs. (es variable).
Otros síntomas de hipotiroidismo:
- Fatiga, debilidad muscular
- Depresión
- Sensación excesiva de frío
- Constipación
- Ciclos menstruales irregulares
- Disminución de la frecuencia cardíaca
El cuadro se inicia paulatinamente, por lo que la sintomatología es de aparición lenta y poco perceptible en etapas tempranas.
Hay indicadores importantes a tener en cuenta: es más frecuente su aparición en mujeres, aumenta la incidencia a partir de los 40 años, se enmarca dentro de los síndromes metabólicos, la ocurrencia es del 1,5% en las personas adultas.
La caída en la síntesis de las hormonas tiroideas hace descender el ritmo del metabolismo de manera marcada; como consecuencia, el gasto de energía corporal disminuye, y especialmente se preserva lo que está almacenado bajo la forma de tejido adiposo. Dado que las señales pueden ser escasas en un principio, es recomendable ante cualquier duda realizar una consulta médica para que el profesional indique un examen de sangre a fin de determinar el nivel de hormonas, para poder dar comienzo al tratamiento y evitar así problemas más serios y complicaciones (o descartar el componente hormonal como causa del sobrepeso).
Nunca se debe tomar hormonas tiroideas para adelgazar sin que hayan sido indicadas por el médico, ya que si no es hipotiroidismo, esas sustancias por sí solas no van a producir una reducción del peso, sino que van a acelerar el trabajo de la tiroides causando aumento de la frecuencia cardiaca y la presión arterial, osteoporosis y descenso de masa muscular (no de los depósitos grasos), ansiedad, alteración de los ciclos menstruales y trastornos en el carácter.
En caso de que se confirme el diagnóstico, es saludable junto al tratamiento correspondiente beber suficiente cantidad de agua, seguir una dieta baja en calorías, con adecuada proporción de fibra, y realizar actividad física regularmente.