De forma natural, el organismo cuenta con algunos mecanismos que, para realizar su trabajo emplean las calorías acumuladas en el cuerpo. Existe un gasto de energía mínimo que se requiere para llevar a cabo las funciones vitales del organismo, manteniendo el equilibrio interno. La producción de calor es uno de estos procesos, y puede ser aprovechado para colaborar en la reducción de peso. Es decir que es posible estimular la termogénesis, de modo de acelerar el metabolismo y así contribuir a la utilización de la grasa almacenada.
El aumento de la generación de calor en el organismo puede emplearse entonces como una ayuda más para adelgazar, junto a una dieta apropiada y al ejercicio físico; en otras palabras, la termogénesis por sí misma no va a producir la pérdida de kilos deseada. Es un método muy útil para implementar en etapas avanzadas de un plan de adelgazamiento, cuando la reducción de peso comienza a estancarse, ya que actúa como un acelerador de la misma.
La producción térmica del cuerpo puede estimularse por algunas actividades:
- Alimentos. Para digerir y asimilar los nutrientes es necesario gastar calorías almacenadas (foto). Por lo tanto un aumento de la frecuencia de las comidas diarias, con los alimentos correctos puede contribuir a la termogénesis.
- Ejercicio físico. El calor producido por la masa muscular en movimiento también requiere un gasto de calorías.
- Temperatura ambiente. Si el cuerpo se encuentra en un lugar frío, va a generar más cantidad de calor para mantener el equilibrio térmico interno normal de 37ºC.
- Sustancias termogénicas. El empleo de comprimidos con productos que estimulan la producción de calor es un método utilizado frecuentemente para acelerar el adelgazamiento. Algunos autores aseguran que se puede aumentar la pérdida de grasa en un 15%. Generalmente contienen sustancias activadoras del metabolismo como el té verde y la cafeína; es necesario que provengan de tiendas especializadas y que estén aprobados por las autoridades sanitarias. Debe remarcarse que en determinadas patologías como las cardíacas, o la hipertensión no se recomienda en uso de termogénicos; tampoco es conveniente sumar a dietas que prescindan de los carbohidratos o prohíban la cafeína. En algunos casos se pueden experimentar efectos colaterales como taquicardia, aumento de la presión arterial o insomnio.
Tasa metabólica luego de las comidas. Imagen: pharmpedia.com/Wikimedia