La actividad física, encarada de acuerdo con las necesidades individuales, es una condición indispensable para estar mejor.
Las ventajas del ejercicio fueron demostradas científicamente: mayor resistencia al esfuerzo, mayor capacidad de respuesta a los estímulos, aumento de las endorfinas, sustancias segregadas por el sistema nervioso central que mejoran el estado de ánimo, mayor fuerza y masa muscular, disminución de los factores de riesgo cardiovasculares, aumento dl colesterol bueno y mayor consumo de calorías.
Esta comprobado que cuanto antes nos iniciemos en la actividad física, mejor y más sana será nuestra vejez.
El gasto calórico semanal de la actividad física es de 1500 calorías, poro se calcula que lo ideal para controlar, bajar de peso, disminuir el riesgo de enfermedad coronaria y mejorar el estado de ánimo esta en 2500 calorías semanales, aunque no todas las personas pueden lograr esa meta.
El examen fisco individual determinara no solo que tipo de ejercicio físico le conviene a cada persona, sino también la cantidad e intensidad.
El cuerpo humano no se concibió para estar inmóvil durante largo tiempo, ni siquiera al dormir está totalmente quieto, sino para hacer movimientos de acción y de extensión, ideales para conservar la tonicidad.
Por lo tanto la inmovilidad produce debilitamiento y atrofia de los músculos, causa original de muchas enfermedades.
Los músculos cumplen una importante función de sostén: forman la pared muscular del vientre y mantienen las vísceras en el lugar que corresponde.
La ausencia el ejercicio afloja as paredes musculares y produce trastornos digestivos como el estomago caído, la aerofagia y la constipación.
La columna está sostenida por los músculos, si estos pierden tonicidad y potencia, las curvaturas se pronuncian y comienzan los dolores.