Masajes reductores

Además de realizar regímenes alimenticios, ejercicio físico y otras técnicas para bajar de peso, muchas veces es necesario disminuir medidas de zonas específicas del cuerpo. Los masajes reductores se basan en estimular manualmente la circulación en las regiones problemáticas y movilizar los depósitos de grasa para que sean eliminados del organismo. Muchos expertos los recomiendan como complemento para las dietas hipocalóricas, ya que la sola utilización de los masajes no garantiza la reducción de medidas, y si se tienen hábitos poco saludables, ni siquiera se notarán los cambios, o lo harán a largo plazo y por poco tiempo.

 

Los movimientos realizados por el masajista repercuten sobre el tejido subcutáneo, reactivando la irrigación sanguínea y linfática, haciendo que las toxinas se remuevan y las grasas almacenados se fragmenten (por acción mecánica), y posteriormente sean eliminados. El lapso en el que se comienzan a ver los resultados es variable, según el grado de acumulación de grasa y la respuesta individual ante cada sesión, y fundamentalmente a los hábitos y los tratamientos simultáneos; es importante saber que con los masajes reductores no va a haber adelgazamiento, sino que se va a moldear la parte tratada.

 

Otro factor a tener presente es el tipo de grasa almacenada, ya que si esta es de consistencia dura y con elevada densidad, los resultados van a ser menos visibles y requieren más intensidad en los masajes.

 

El tratamiento, dado que se necesita “amasar” el tejido, tiende a ser agresivo y muchas veces puede dejar marcas o moretones. Consiste en masajear la zona de abdomen, glúteos, piernas o brazos con las manos, pudiendo recurrir a cremas reafirmantes o reductoras. Generalmente siguen la dirección de las agujas del reloj, realizando movimientos de fricción. No son aconsejables los que aprietan o pellizcan la piel ya que producen lesiones. Para aumentar la efectividad es conveniente beber al menos dos litros de agua diariamente para ayudar a eliminar las toxinas a través de orina y sudor.

 

Los masajes reductores pueden complementar al drenaje linfático, mesoterapia, ultrasonido, endermología y tratamiento con algas marinas. En caso de abdomen poco pronunciado, los resultados de verán en pocas sesiones. 🙂

 

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