Es posible comer saludable en el trabajo

El tener que comer fuera de la propia casa implica en sí mismo un cambio para el organismo, sumado a que los alimentos que en general se consumen poseen más calorías y contenido de sal. La mejor opción es preparar comida en casa y llevarla para comer en el trabajo. A lo largo de la jornada, si el tipo de tarea lo permite, se debe intentar comer alguna fruta y evitar los alimentos envasados tipo snack y bebidas con alto contenido de cafeína. Lo ideal es planificar de antemano lo que se va a comer a lo largo de la semana.

Hay que dedicarle tiempo a la preparación del alimento que se va a llevar, procurando incluir diversos nutrientes con un balance adecuado entre carnes, vegetales y cereales; una ensalada con varias verduras, que puede ir rotando de ingredientes e ir cambiando de aderezos en diferentes días, puede ser una buena elección; un sándwich de carne magra, ave o pescado en pan integral con lechuga, tomate y huevo hervido es balanceado y no produce sensación de pesadez.

Para disminuir las complicaciones que pueden devenir de los alimentos preparados con anterioridad, se aconseja que los productos sean siempre frescos; las comidas que contienen huevo debe procurarse que estén totalmente cocidas para reducir el riesgo de toxicidad, así también los aderezos como la mayonesa y ketchup es bueno adquirirlos en sachets individuales. Algunas preparaciones pueden llevarse calientes pero deben ser consumidas pocas horas luego de ser elaboradas. Cocinar los alimentos con adecuadas medidas de higiene respetando los tiempos y eligiendo productos apropiados ayuda a limitar el riesgo de contaminación.

A lo largo de la jornada es aconsejable contar con una botella de agua a mano y beber frecuentemente, así como jugos naturales y alguna fruta de estación. Los frutos secos y semillas como las nueces y el girasol son apropiados, dado que aportan antioxidantes y omega 3, y en cantidades pequeñas el aporte energético no es significativo. También se puede recurrir a una barra de cereales diet o galletas de arroz. Si hay refrigerador los lácteos como el yogurt y algún queso magro es bueno llevar para consumir entre horas.

Un hábito saludable es salir del recinto de trabajo a la hora de comer (si hay posibilidades), para cambiar de aire. El ambiente debe ser tranquilo y distendido; si se almuerza junto a otros compañeros en lo posible evitar hablar sobre temas laborales y problemas recientes por ejemplo, esto ayuda a que la digestión se realice de manera más eficiente y la asimilación de nutrientes proporciona la energía necesaria para afrontar el resto de la jornada de trabajo.

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