Antioxidantes y prevención de enfermedades cadiovasculares

El metabolismo celular, que utiliza el oxígeno para sus funciones, produce determinados elementos de desecho, los cuales tienen efectos perjudiciales para el organismo, sobre todo si estos se almacenan o se generan en grandes cantidades; la oxidación da como resultado la aparición de los radicales libres, esas sustancias dañinas, que deben ser neutralizadas. Las reacciones químicas de la respiración celular (mediadas por el oxígeno) producen esos elementos y pueden contribuir al llamado “estrés oxidativo”, el cual se ve estimulado por hábitos tales como el tabaquismo o dietas con alto contenido de azúcares simples y lípidos.

Uno de los sistemas que sufre las consecuencias del acúmulo de los radicales libres es el aparato cardiovascular, diversos estudios han demostrado que el corazón y la red de arterias y venas se ven afectados por la acción de esas sustancias. Además de procurar llevar un estilo de vida saludable minimizando los factores predisponentes, es bueno aumentar el consumo de alimentos que contengan antioxidantes, estos neutralizan a los radicales libres (los que además provocan envejecimiento prematuro y aparición de algunos tipos de cáncer).

  • Las frutas y verduras de colores intensos como rojo, amarillo o naranja son ricas en carotenoides, sustancias con acción antioxidante que reducen la oxidación del colesterol dañino (protegiendo las arterias), previniendo tumores y alteraciones de la piel.
  • Los cítricos y el kiwi son fuente importante (al igual que algunas verduras) de vitamina C, la cual permite disminuir la cantidad de oxígeno que se requiere para realizar un determinado trabajo, además tiende a bajar la cantidad de colesterol en sangre y colabora haciendo la circulación más fluída.
  • Verduras como la acelga, espinaca y lechuga, así como los cereales integrales y aceites de origen vegetal contienen vitamina E, importante para mantener la integridad de las membranas celulares. En el aparato vascular, permite una mejor circulación sanguínea, previniendo las afecciones coronarias. Tanto la vitamina E como la C producen un efecto más beneficioso cuando son consumidas a través de los alimentos, más que cuando se obtienen por comprimidos.
  • Ciertas hierbas como tomillo y romero, algunas frutas y verduras, vino tinto, té y chocolate tienen flavonoides, que son agentes protectores del corazón, actuando sobre los radicales libres y previniendo su formación.

 

 

 ya-zasnyal

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