Alimentación y cáncer de mama

Uno de los factores de mayor incidencia en la aparición de tumor de mama es el genético, pero también el riesgo aumenta en forma significativa según la alimentación y el estilo de vida. Un estudio realizado en el Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos concluye que la obesidad produce un aumento en el nivel de estrógenos en sangre, hecho que predispone a la aparición de cáncer de seno. Otra investigación de la Unidad de Nutrición de Cambridge, señala que las mujeres que en su alimentación cuentan con una elevada presencia de grasas están en más peligro de padecer la enfermedad que aquellas en las que su dieta diaria tiene menos contenido de esas sustancias. Son especialmente riesgosas las grasas saturadas que se encuentran generalmente en mantecas, lácteos, carnes y productos elaborados como pasteles y galletas.

El efecto de la dieta y el estilo de vida se evidencia por ejemplo en poblaciones como China y Japón, cuyas habitantes padecen en porcentaje muy bajo esta enfermedad, pero cuando se trasladan a países occidentales donde la alimentación es diferente, los números aumentan en forma significativa en las dos generaciones siguientes. La influencia hormonal, más concretamente de los estrógenos, a cuya acción las mujeres están más expuestas actualmente -a consecuencia del menor número de hijos que tienen, escaso o nulo amamantamiento y la influencia de hormonas externas (estrógenos químicos)-, es un factor muy importante dado que es el resultado del modo de vida de hoy.

  • Hay que recordar que el tejido mamario es especialmente sensible a la influencia hormonal.

En cuanto a la alimentación.

Lácteos. Diversos estudios confirman que sus efectos dañinos no se deben al contenido graso, sino mas bien a la gran carga hormonal que poseen. La leche bovina brinda al ternero además de los nutrientes y elementos inmunitarios correspondientes, todas las sustancias necesarias para estimular su crecimiento, es decir la división activa de las células y aumentar en tamaño y peso en poco tiempo. Todas esas hormonas actuando en un organismo adulto pueden promover un crecimiento no deseado del número de células.

Bajo contenido en fibras. Las fibras “encapsulan” de alguna manera a los estrógenos ya obsoletos y ayudan a eliminarlos por el tracto intestinal. Si la dieta carece de fibras (vegetales y cereales integrales), las hormonas tienden a reabsorberse.

Cantidad elevada de grasas. Hacen que se sinteticen más estrógenos. Resultan más perjudiciales si son de origen animal, ya que acumulan más sustancias químicas del resto de la cadena alimenticia (fertilizantes, pesticidas, etc.).

Pocos antioxidantes. Los procesos oxidativos a nivel celular promueven la formación de radicales libres.

Alto contenido de azúcares. Especialmente los refinados actúan estimulando la acción de hormonas del crecimiento y síntesis de estrógenos.

Alcohol. Se ha demostrado que promueve el envejecimiento celular y deprime la inmunidad.

El cáncer de mama está influenciado por múltiples causas, algunas de ellas no pueden manejarse, pero en el caso de los hábitos alimenticios, pueden modificarse y de esa manera contribuir a la prevención de esta enfermedad.ya-zasnyal

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